Por: José María Garza Casas alumno de la licenciatura en Comunicación
En el primer debate, percibí a Xóchitl nerviosa mientras intentaba imitar a Santiago Creel. Se mostraba incómoda e insegura, tratando de aprender cómo se comportarían sus oponentes. A pesar de esto, dio propuestas interesantes, pero creo que el debate no se centró en ellas debido a que los moderadores interrumpían a la candidata con preguntas.
Maynez, por otro lado, parecía más interesado en atacar a la candidata en segundo lugar que a la primera, quizás con el objetivo de mantener su registro. Además, aprovechó el formato del debate para darse a conocer y ganar seguidores. Aunque su pose pudo parecer ridícula, marcó una coreografía que hasta la fecha es imitada.
Claudia, por su parte, se mostraba concentrada y con poca paciencia. Hubo un momento en el que Xóchitl le hizo preguntas para desestabilizarla, pero luego la soltó, lo que le valió el segundo lugar en el debate.
Los moderadores parecían estar acomodados a favor de Claudia. Además, los relojes del INE estaban bastante defectuosos, lo que podía desconcentrar a los candidatos. Como espectador, me sentí incómodo viendo el debate.