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Que lejano se siente pensar en el día que nos enteramos que habían descubierto un nuevo virus en China, que lejano lo veíamos.
Cuando apareció en las noticias todos estábamos muy ocupados con nuestra rutina diaria, sin tiempo, de arriba para abajo, atorados en el tráfico, estresados y esperando el cambio de década 2020.
Todos planeamos muchas cosas que sucedieran, porque la nueva década venía llena de cambios.
De pronto aquel virus lejano llegó a México obligándolos a quedarnos en casa. Y 15 días se convirtieron en ya casi 3 meses, y la sensación de encierro se hizo presente. No poder hacer algo que dábamos por hecho como salir y abrazar.
Intentando adaptarnos a nuevas rutinas de ejercicios y clases a través de una pantalla, con la incertidumbre de cuándo saldremos y qué pasará cuando salgamos.
Pero cuánto hemos aprendido. Porque nos dimos cuenta de que el mundo necesitaba darse un respiro. Y porque quizás muchos en el inconsciente estábamos cansados y pedíamos a gritos ese mismo descanso de la rutina rápida en la que vivíamos.
Saldremos, algún día. Quizás apreciando menos las cosas materiales pero disfrutando lo que siempre ha sido gratis: un abrazo, a tus amigos, estar con tus abuelos sin ser un peligro para ellos, un atardecer, un paseo por la calle, un café por las mañanas.
Y ojalá no olvidemos todo lo que aprendimos, ayudemos a aquellos que más lo necesitan en esta época de incertidumbre y vulnerabilidad para muchos, y seamos más humanos, abracemos, desconectémonos de los aparatos electrónicos y valoremos cada momento, porque vaya que esta pandemia nos enseñó que nada es para siempre. Apreciemos el presente y lo afortunados que somos los que nos podemos quedar en casa.
Y un especial agradecimiento a los médicos y enfermeras por arriesgar sus vidas por salvar la de muchas personas, por dar su mayor esfuerzo y ser los héroes que necesitamos en este momento.
Y otro agradecimiento para los profesores y profesoras alrededor del país, que han dado su mayor esfuerzo para que los estudiantes sigamos aprendiendo y estudiando, por pasar horas extras preparando los materiales de clase y adaptando su material de trabajo a las clases en línea, sin ustedes nada de esto sería posible.
Sigamos quedándonos en casa, para que este confinamiento termine pronto.
#ComunidadCECC
La práctica hace al maestro